martes, 30 de junio de 2020

Crisis de identidad



La Covid-19 nos ha cambiado, para bien y para mal. En el caso del Scottish Football no hay ninguna duda, ha sido un cambio de mal a peor. Cuando parecía que la pandemia nos iba a unir a la hora de combatir juntos ante el peor de los enemigos, hemos sido testigos de una lamentable actuación por parte de los clubes y la patronal del fútbol escocés que aún continúa y todo apunta a que acabará en los tribunales.

Retrocedamos en el tiempo a principios de marzo. El Celtic de Neil Lennon aumentaba su ventaja frente al Rangers de Steven Gerrard que, tras la vuelta a la competición a finales de enero, había tirado por la borda todo lo realizado en la primera mitad de la temporada. Casi con total seguridad la liga volaría a Parkhead. Mientras tanto, el Hearts continuaba con su horrible campaña y se hundía hasta el farolillo rojo de la tabla. Así quedaba la liga en el momento en el que la pandemia paró el fútbol a nivel mundial y que posteriormente cancelaría las competiciones escocesas.

A partir de ese momento comenzó el bochornoso espectáculo del fútbol escocés. Este artículo no pretende narrar los hechos que hemos vivido durante los últimos meses, sino el intentar averiguar el porqué de estas actuaciones que vuelven a debilitar a un fútbol que ya estaba en estado crítico. La difícil situación financiera a la que se enfrentan los clubes y el mal ambiente generado tras esta pandemia dentro del fútbol escocés hacen que la ‘nueva normalidad’ de este deporte sea más incierta que nunca. Cuando en otras ligas hemos visto cómo se han llegado a grandes acuerdos colectivos entre Gobiernos y patronales de los clubes, en Escocia estamos a la espera de saber el porvenir de la temporada 2020/21, cuya fecha de inicio está fijada para el próximo 1 de agosto a la espera de la sentencia judicial tras la demanda presentada por Hearts y Partick Thistle para recurrir sus descensos de categoría.

Mientras los clubes y la SPFL mataban las largas horas de confinamiento con los ya familiares Club Statement, una gran tormenta se iba acercando a los clubes miembros de la SPFL: la puerta cerrada. Según un informe de la consultora Deloitte de 2018, el 43% de los ingresos de los equipos de la Premiership provienen de los abonos y de las entradas. Es decir, sin aficionados en las gradas los ingresos de los equipos de la máxima categoría escocesa se verían reducidos en prácticamente a la mitad si a los precios por entrar les sumamos todos los ingresos derivados de los partidos, como son los servicios de restauración o los palcos VIP.

Con una situación tan crítica no se ha sabido responder de forma seria y sensata. Es posible que, tras las discusiones entre los distintos protagonistas del Scottish Football, se esté avecinando una crisis financiera que puede ser letal para muchos clubes. Algunos ya han empezado a recortar sus gastos y la propia SPFL está buscando donaciones para ‘rescatar’ su fútbol de la quiebra que se aproxima y que pondrá en jaque a muchas directivas. Es el momento de dejar de mirarse a uno mismo y luchar por la supervivencia de nuestro fútbol. Ya que ellos no lo quieren ver, lo haremos nosotros.

jueves, 30 de enero de 2020

Liam Boyce al rescate de Hearts


El equipo de Gorgie está atravesando por uno de los momentos más complicados de los últimos años. Tras la destitución de Craig Levein al frente del club, decidieron contratar al alemán David Stendel, para poder preparar la segunda parte de la temporada con un objetivo claro en la mente de todos los jugadores y aficionados, salir del pozo de la Premiership

La superioridad del Hibernian en Tynecastle Park en el último derbi de Edimburgo y partido del año, dejó a los aficionados del Hearts con muchas dudas sobre su permanencia en la máxima categoría.

A pesar de ello, y de unos primeros decepcionantes encuentros para comenzar el 2020, algunos fichajes durante el mercado de invierno han devuelto la ilusión a las gradas del Tynecastle. El fichaje más ilusionante es el del norirlandés Liam Boyce, ex jugador del Burton Albion, equipo de la League One inglesa -tercera categoría del fútbol inglés-. Liam Boyce ha decidido recalar en los Jambos para dar ese salto de calidad al equipo para conseguir la salvación del equipo capitalino. 

En el día de su debut, frente al Rangers hace apenas unos días, ya pudimos ver el por qué va a ser un jugador clave durante la segunda parte de la temporada. Su capacidad de movilidad constante y su facilidad para caer a ambas bandas con el balón en juego, hace mover a las defensas rivales mucho más de lo que lo hacía Uche Ikpeazu, que es un jugador mucho más físico y que fija a los centrales rivales. Los movimientos constantes del norirlandés y la incomodidad que crea a los defensas rivales durante todo el partido genera un mayor recorrido a Steven Naismith, ya que, el escocés puede llegar a atacar espacios desde segunda línea que antes no tenía -cómo ya ocurrió con el empate del Hearts ante el Rangers

Otro de los aspectos a destacar son los movimientos “dentro-fuera” que proporciona Euan Henderson desde el interior izquierdo con y sin balón. Estos movimientos permiten aclarar mucho el carril al lateral izquierdo dónde Aaron Hickey puede demostrar todo su potencial y generar gran peligro por ese perfil del campo con las ayudas de Boyce, los movimientos de Henderson y las rupturas del adolescente escocés. Otra de las razones por las que hay que tener confianza en este renovado Hearts, es la cesión del jovencísimo inglés Toby Sibbick, que llega procedente del Barnsley. Su mayor virtud es la polivalencia con la que puede jugar en varias posiciones, como ya lo hizo en el día de su debut el otro día. 

El mayor problema del Hearts, que lleva ocurriendo desde que empezó la temporada, es la fragilidad defensiva que tienen para correr hacia atrás, sobre todo en las transiciones defensivas. Ambos centrales sufren en exceso defendiendo el espacio que tienen delante suya y sufren muchísimo con cualquier balón largo a sus espaldas o con un despeje mínimamente controlado a campo contrario por parte de los rivales. Esta fragilidad defensiva les está costando gran parte de los partidos. 

Tras la victoria ante el Rangers con remontada incluida, la moral de los aficionados y jugadores ha subido de manera considerable al verse un poco más cerca de la salvación y con los refuerzos que han recalado en la plantilla. Por el bien del fútbol escocés, larga vida al fútbol de la top flight en Tynecastle Park.