viernes, 19 de julio de 2019

Otro año más el coeficiente...

Stephen O'Donnell se lamenta en un momento del partido de anoche

Todos los aficionados y seguidores del fútbol escocés nos hemos levantado esta mañana de la misma manera. Shock e incredulidad ante lo que aconteció en la noche de ayer. El Kilmarnock, tercer clasificado de la Premiership la temporada pasada, con la ilusión por las nubes después de regresar a Europa 18 años después y tras ganar por 1-2 en Gales y tener el pase muy encarrilado, encajó ayer una de las derrotas más humillantes de la historia del fútbol escocés en Europa (y ha habido muchas) tras perder por 0-2 ante el SEMIPROFESIONAL Connah's Quay Nomads galés y quedar eliminado de la UEFA Europa League a las primeras de cambio. 

Siempre nos escucháis en los podcast decir que el fútbol escocés está mejorando, que no se refleja todo lo que debería esa mejoría en Europa pero acabará llegando... pero es imposible defender cosas como la que ha tenido lugar ayer. Lo que Escocia necesita más que nada para poder regresar a un nivel cercano al de antaño (nos vamos a principios de siglo, no más atrás porque eso es totalmente imposible) es tener buenas actuaciones en Europa y que todos los equipos aporten algo (porque todo suma). Y, una vez más, nos encontramos con un equipo fuera a las primeras de cambio tras una de las debacles más espantosas que los aficionados del fútbol escocés recordamos. 

Habrá tiempo para analizar con profundidad qué es lo que le ha ocurrido al Kilmarnock en estos dos partidos respecto a la temporada pasada, pero muchas cuestiones aparecen ahora. La primera de ellas, es que Angelo Alessio, que aterrizaba con muy buen cartel (ex ayudante de Antonio Conte en Juventus, Italia o Chelsea) para sustituir a un Steve Clarke que hizo magia con el Killie, no puede empezar peor en el club de Ayrshire. Es imposible. 

La segunda, es ver qué ha hecho el Kilmarnock en este tiempo. Tras perder no solamente a Steve Clarke, sino también a jugadores como Mulumbu o Bachmann, los refuerzos parecen más que insuficientes para afrontar con garantías unas previas de Europa League. Aún así, no es posible quedar eliminado contra un equipo que tiene jugadores que esta mañana debían estar de vuelta en su puesto de trabajo no relacionado con el fútbol. 

La tercera es intentar confiar en que esto haya sido un episodio puntual, tanto para el Kilmarnock como para Escocia. Hablando del Kilmarnock, ojalá no signifique el ocaso de una plantilla que nos ha regalado grandes partidos en las últimas dos temporadas. En cuanto a Escocia, seguimos soñando en que llegue el año en que uno de nuestros equipos, al menos, no tropiece con un equipo claramente inferior. 

Eliminado el Kilmarnock, nos toca confiar en Celtic, Rangers y Aberdeen, el primero en Champions League y los dos últimos en Europa League. Todos deben superar tres rondas más, y la segunda de ellas es factible para todos, pero, visto lo visto, no se puede confiar mucho en que todo sea un camino de rosas, y nos esperan varias semanas más de mucho sufrimiento para ver si, de una vez por todas, el fútbol escocés empieza a levantar un poco el vuelo. 

Qué dolores de cabeza nos traes, coeficiente...


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